viernes, junio 18, 2010

NOTA APARECIDA EN EL DIARIO LA OPINION POR EL XXVII ANIVERSARIO DE LIFUPE

DEPORTES

El domingo la Lifupe cumplirá 27 años en la organización de torneos infantiles



La entidad que lleva adelante la realización de los campeonatos de fútbol para los más pequeños celebrará un nuevo aniversario de su creación. Su presidente, Gustavo Banchero, conversó con LA OPINION.

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Desde hace 27 años la Lifupe brinda esparcimiento a miles de pequeños futbolistas de nuestra ciudad.

DE LA REDACCION. El 20 de junio de 1983 nació la Lifupe y con esta, la alegría de los jóvenes futbolistas que tenían la ilusión de defender los colores de un club. El domingo se cumplirán 27 años de la Liga Infantil de Fútbol de Pergamino y LA OPINION entrevistó a su presidente Gustavo Banchero. El titular de la entidad expresó sus sensaciones sobre el acontecimiento, explicó qué motivó su surgimiento y mencionó la reunión que se llevará a cabo en los próximos días con la Liga con el objetivo de estrechar vínculos.
- ¿Recuerda cómo surgió la Liga de Fútbol Infantil?
- En esa época, en divisiones inferiores, los chicos nacidos después del 30 de junio debían esperar hasta el año siguiente para poder jugar. Un grupo de jóvenes tuvo la idea de crear un campeonato corto para que esos jugadores no perdieran medio año y ahí comenzó la Lifupe. Con el transcurso de los torneos se fueron agregando categorías menores y hoy tenemos veintiséis equipos afiliados. Ha pasado mucha agua bajo el puente pero aquellos que tuvieron la idea de crear la Liga nunca pensaron que iba a tener la trascendencia que tiene hoy.
- ¿Manejan el número estimativo de chicos que actualmente participan dentro de la Lifupe?
- Están afiliados alrededor de 1.670 chicos y nos pone muy contentos porque no hay nada mejor que además de la escuela, los jóvenes sean criados en la cultura del deporte, más allá de la disciplina que practiquen, en este caso el fútbol. Un chico criado en este ámbito, tiene menos posibilidades de caer en las tentaciones que están dando vuelta en la calle. Por suerte en Pergamino todavía el fútbol infantil es una diversión, por más que se compita.
- ¿Hacia dónde apuntan, cuál es la función primordial que tiene actualmente la Lifupe?
- De la Liga Infantil no sale un sólo resultado hacia los medios, salvo la categoría que juega por puntos, que es la división clase 1999. Existe un rol social de participación muy importante que nos comprometimos a fomentar. Si alguien se autotitula a fin de año campeón, ni siquiera ganando todos los partidos es considerado de tal manera. Al campeonato lo dividimos en cuatro zonas para que haya cuatro primeros, cuatro segundos y cuatro terceros, así hay más clubes premiados.
- ¿Existe una labor de los clubes para corroborar el sentido social que lleva adelante la entidad que usted preside?
- El trabajo que hacen los clubes es extraordinario y hasta varios de ellos, les dan de comer a los chicos menos pudientes. Esta disciplina tiene la particularidad que agrupa a todas las clases sociales, dentro de una cancha de fútbol no hay diferencias. Lamentablemente la Lifupe no tiene apoyo del Municipio, ni de la Provincia, aunque tenemos proyectos con varios concejales a largo plazo para revisar a los chicos con un estudio completo, porque lo que más nos importa es la salud de ellos. Desde hace un tiempo están apareciendo varias patologías cardíacas en los jóvenes.
- En caso de lesiones, ¿cuál es la asistencia de la Lifupe a la familia del deportista y a la institución a la que pertenece?
- El seguro por accidentes personales es imposible de pagar para cualquier institución. Tenemos un acuerdo de palabra entre los clubes que en caso de que a un chico se le produzca una lesión medianamente delicada, todas las entidades la Lifupe se harán cargo del problema en cuestión. Es un seguro cooperativo que no se paga todos los meses, pero si ocurre un inconveniente de este tipo, los clubes están para responder. Tenemos cobertura de muerte e incapacidad parcial total.
- ¿Cómo calificaría el trato con las entidades afiliadas?
- La relación con los delegados que son la cara visible de las instituciones, es bárbara. El fútbol infantil no es ninguna ciencia, pero al que no conoce los pasos a seguir, se le hace muy difícil continuar. Los que se encuentran dentro del ambiente como mínimo tienen seis años de trabajo, y la mayoría incursiona porque sus hijos practican la actividad. Con mis once años dentro del fútbol infantil me dí cuenta que hay gente buena, regular y muy mala para el ambiente. No quiero pecar de soberbio, pero a mí la crítica de una persona sentada en su casa tomando mate, no me sirve si quiere criticarme primero que trabaje con nosotros y que después lo haga, porque para hablar somos todos inteligentes.
- ¿Existe la posibilidad de crear un nexo con la Liga mayor para incorporar la cancha intermedia?
- Existe un proyecto presentado por un profesor de educación física que está fundamentado y que nos pareció realmente muy bueno. Estadísticamente está comprobado que un jugador de fútbol infantil recorre alrededor de doscientos cincuenta metros por partido y en cancha grande, cerca de novecientos. El salto de un espacio a otro es inmenso, por eso le vamos a dar para adelante con la idea. Esta semana nos tenemos que reunir con la Liga mayor pero la prioridad es realizar un acuerdo cooperativo. La división 1999 pasaría un año por cancha intermedia y la temporada siguiente jugaría en el reducto mayor.
- ¿Cómo se encuentran las relaciones con la Liga mayor?
- Nunca hubo discordia, pero tampoco las conversaciones fueron muy fluidas. Cada uno trabaja por su lado y sustenta las necesidades correspondientes del ámbito. En este caso priorizamos tener esta reunión para el beneficio de los chicos y somos conscientes de que lo que propuso ese preparador físico es una alternativa coherente para evitar lesiones y para que aprendan a jugar, ya que en espacios reducidos el jugador debe resolver en menos tiempo.
- Con respecto a la toma de decisiones dentro de la entidad, ¿se les hace difícil aplicar ideas que dejen contentos a todos o no pasan mayores sobresaltos?
- La Lifupe tiene su comité ejecutivo pero las cuestiones a debatir se conversan con los delegados de las instituciones. Podemos tener posturas diferentes, pero el que no está de acuerdo con determinada opinión, siempre acompaña y no hace nada para perjudicar esa decisión. Somos cinco personas que estamos ligadas, aunque gran mérito de que la Liga continúe mejorando su desempeño es de los responsables de los clubes. Llevo once años como presidente de la entidad, pero sin la tarea de Rubén Cejas no hubiese aguantado ni dos minutos, la organización y la manera de trabajar que tiene es impecable.
- ¿Cuáles son las mayores complicaciones que afronta la Lifupe?
- Sobre todo son económicas. Una manera sencilla de solucionarlo sería aumentando la cuota de afiliación y así nos lavaríamos las manos, pero eso nunca va a ocurrir. Llevamos casi dos años sin incrementar la cuota de los clubes, achicamos gastos y aún así la situación se complica. A veces acudimos a algún subsidio porque los gastos más grandes que tiene la Lifupe se producen a fin de año con la organización de la fiesta, fundamentalmente con la compra de los trofeos. A pesar de todo económicamente estamos bien y en materia administrativa mucho mejor. La Municipalidad nos prometió un subsidio, supongo que con ese dinero vamos a llegar a fin de año sin ningún problema.
- ¿Cuál es la mayor aspiración de la Lifupe de aquí al futuro?
- Tener la casa propia. Con veintisiete años de vida la Lifupe va a permanecer en el tiempo, pese a que no esté Banchero ni Cejas. La idea es dejar una sede para los que quieran seguir trabajando como lo estamos haciendo nosotros.

La Opinion de Pergamino

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