1. ¿EXISTEN DIFERENCIAS ENTRE EL FÚTBOL
INFANTIL Y EL FÚTBOL DE LOS ADULTOS?
El gusto y la pasión por el fútbol ha originado en nuestro país un aumento
del número de jugadores, que ha ocasionado alteraciones en el escalona-
miento de los intervalos de edad (categorías), con un consiguiente aumento en
el número de partidos que todos los fines de semana se realizan en nuestros
campos de fútbol.
El hecho de estar habituados a observar partidos de seniors y, posterior-
mente, confrontarlos con los partidos de otras categorías de edad, fundamen-
talmente de las categorías (sub12) y (sub10), nos obligó a
reformular nuestros conceptos didáctico-pedagógicos, con el objeto de una
mejor comprensión y una mejor intervención en la formación de los jóvenes
futbolistas.
Sabemos, sin embargo, que el fútbol infantil y juvenil depende en gran me-
dida de las personas aficionadas y sin formación específica, hecho que ha lle-
vado a este tipo de fútbol a una atribución de escasa credibilidad y validez.
Debemos señalar que se continúa insistiendo en los errores del fútbol de los
adultos:
• Se continúa poniendo a jugar a niños de 8 años de edad en campos con
medidas reglamentarias de adultos (100 x 60 metros) y juegan 11 x 11 con
arcos de adultos (7,32 x 2,44 metros), en vez de jugar 7 x 7 en campos
con dimensiones y arcos reducidos.
• Tenemos ligas de competición desequilibradas con una estructura idéntica a
la de los adultos, donde impera la “campeonitis” y la eliminación de los más
débiles, cuando se debería optar por jornadas deportivas o ligas competiti-
vas en régimen de jornadas concentradas –todos los partidos de la jornada
se efectúan en el mismo campo–, con la constitución de pequeños grupos o
divisiones homogéneas, donde todos deberían tener el mismo derecho de
participar y no sólo los más aptos, debiendo encararse el partido como una
fiesta, donde el placer de jugar fuese el objetivo principal.
2. ¿QUÉ VENTAJAS PRESENTA EL FÚTBOL 7
EN RELACIÓN CON EL FÚTBOL 11?
“La naturaleza ordenó que los jóvenes sean jóvenes antes de ser
adultos. Si pretendemos alterar este orden, produciremos sólo frutos
verdes sin jugo.”
Jean Jaques Rousseau
La práctica del fútbol 11 por jóvenes de categoría de edad de 8/12 años
nos ha llevado a reflexionar si sería éste el tipo de práctica más adecuado pa-
ra el aprendizaje del fútbol de nuestros más jóvenes futbolistas.
A través de las observaciones realizadas (Wein, 1993) en varios partidos
de fútbol 11, en campos con medidas reglamentarias, en las categorías (sub10) y
(sub12), se verificó que, durante un minuto de parti-
do (o en 40 segundos de tiempo efectivo) con la pelota en juego, los jugadores
perdían por término medio seis veces la posesión del balón.
Además, se constató que durante la totalidad de un partido era difícil en-
contrar jugadores que realizasen un mayor número de acciones con éxito o
positivas que de acciones falladas o negativas.
Podremos entonces cuestionar, ¿por qué los jóvenes jugadores cometen
tantos errores en el transcurso de un partido?
A nuestro entender, la principal causa se encuentra en la estructura del pro-
pio juego de 11 x 11, es decir, en el elevado número de jugadores (22) que in-
tervienen simultáneamente en el juego, lo cual, asociado a las grandes dimen-
siones del espacio de juego, configura un cuadro de situaciones demasiado
complejas e incompatibles con el desarrollo fisiológico y psicológico del joven
futbolista.
Nos parece por esto fundamental reducir el número de jugadores y el es-
pacio de juego, para poder contribuir a que los jóvenes futbolistas puedan te-
ner éxito en sus acciones de juego y a que puedan jugar cada vez mejor.
Sabemos que, en los primeros contactos de los jóvenes con el fútbol, éstos
sienten una gran atracción por el balón, siendo para ellos mucho más impor-
tante el interés por el balón que meter goles.
3. ¿QUÉ PERFIL DEBERÁ
TENER EL ENTRENADOR
DE FÚTBOL DE JÓVENES?
Formar jóvenes futbolistas es una actividad pedagógica muy atractiva, que
exige por parte de todos los que la dirigen una cualificación adecuada y un
elevado sentido de responsabilidad para con el practicante, el sistema depor-
tivo y la sociedad.
La formación deportiva es un proceso globalizante que no sólo busca el de-
sarrollo de las capacidades específicas (físicas, tácticas-técnicas y psicológi-
cas) del fútbol, sino también la creación de hábitos deportivos, la mejoría de la
salud y la adquisición de un conjunto de valores, como la responsabilidad, la
solidaridad y la cooperación, que contribuyen a la formación integral de los
jóvenes.
Una reciente investigación realizada por la Federación italiana de fútbol
(1999) concluyó que, de los 19.000 jóvenes que inician la práctica del fútbol,
sólo uno consigue llegar a jugar en la primera división. Los restantes acaban
jugando en las restantes divisiones o dejan el fútbol.
Podríamos entonces cuestionar:
¿Qué tipo de formación deberá proporcionar el fútbol?
¿Una formación específica dirigida sólo para los futbolistas de elite?
¿O una formación global que sirva, simultáneamente, a los intereses del
ciudadano común y al futbolista del futuro?
No nos quedan muchas dudas al respecto, ya que debemos optar por esta
última vía.
Siendo así, no podemos desperdiciar este motivante y poderoso medio
educativo que es el fútbol dejando la educación de los jóvenes a “ entusiastas “
que, aunque tienen toda la mejor voluntad y entrega a la causa, no poseen
ninguna formación que les permita desempeñar esta tarea con la competencia
y la calidad que se debe.
4. ¿CUÁLES SON LAS CARACTERÍSTICAS
DE LOS JÓVENES DE LA CATEGORÍA
DE EDAD DE 8-12 AÑOS?
Antes del iniciar sus funciones, el educador/entrenador tiene la necesidad
de conocer a los jóvenes de la categoría de edad con los que va a trabajar,
desde sus hábitos hasta sus motivaciones, pasando por su fisiología y morfolo-
gía corporal.
Es fundamental reseñar que el joven, aunque es inmaduro, es un ser con
una personalidad propia que debe necesariamente respetarse, así como co-
nocer todo su entorno social, como la familia, la escuela, el club y hasta la zo-
na residencial donde vive habitualmente.
En términos morfológicos, el niño puede ser considerado como un “mosai-
co”, que posee más de 1.500 cartílagos en período de crecimiento (Bini,
1995), que posteriormente se transformarán en los cerca de 208 huesos que
todos poseemos en la edad adulta, debiendo tener por esto algunos cuidados
al aplicar las cargas en las sesiones de entrenamiento/enseñanza.
Sin embargo, es necesario entender que las características que se descri-
ben para una determinada edad no siempre tienen una correspondencia ab-
soluta con la realidad.
Este hecho se debe a que hay diferentes formas de expresión y de entorno
durante la infancia, y también porque no siempre la
edad cronológica
(el número de años y días de vida transcurridos desde el nacimiento) se corresponde con
la edad biológica (la maduración del organismo, del sistema hormonal, del es-
queleto, determinado por el grado de osificación de la estructura ósea) del niño.
Para Bini y cols.(1995), la evolución del joven se valora según dos proce-
sos:
1. Un proceso cuantitativo:
el crecimiento,
debido a la división y multiplica-
ción celular del individuo.
2. Un proceso cualitativo:
la maduración,
que es el sucesivo desarrollo de las
diferentes funciones del organismo.
El desarrollo genético es similar en todos los niños. No todos alcanzan la
posición de sentados a los 6 meses o comienzan a andar a los 12 meses
5. ¿QUÉ ES EL FÚTBOL 7?
Actualmente se sabe que cuando se inicia la enseñanza de un juego depor-
tivo colectivo con niños, como es el caso del fútbol, nunca debemos hacerlo a
través del juego formal (11 x 11) tal y como lo conocemos.
Debemos enseñar el hijo del fútbol a través de formas adaptadas a las ca-
racterísticas físicas, psíquicas y de comportamiento de los niños, que posean
las siguientes características:
• Terreno de juego reducido.
• Reducción de las dimensiones de los arcos.
• Reducción del número de jugadores.
• Reducción del peso y del tamaño del balón.
• Simplificación de las reglas de juego.
Estas alteraciones facilitan la ejecución de las tareas, lo que permite que los
jóvenes sientan satisfacción con la actividad y, fundamentalmente, que obten-
gan éxito, manteniéndose así fieles a la actividad deportiva que escogen.
En el aprendizaje de los juegos de equipo, como es el caso del fútbol, de-
beremos dividir el juego formal (11 x 11) en pequeños juegos (3 x 3, 5 x 5, 7
x 7,…), que posibiliten una gran participación de los que intervienen y que les
ofrezca mucho tiempo de intervención, para que puedan desarrollar sus habi-
lidades técnicas.
En las fases iniciales del aprendizaje, a los jóvenes les gusta fundamen-
talmente participar en juegos que les permitan entrar en posesión del balón,
correr por todo el campo y, con frecuencia, obtener situaciones de gol.
El fútbol 7 es un juego ideal para iniciar a los jóvenes jugadores en el fút-
bol. Éste les permite adquirir un conjunto de experiencias y de situaciones de
juego variadas de acuerdo con sus posibilidades y que los prepara para
posteriormente jugar mejor en el fútbol 11
(adaptado de Hidalgo, Boulogne
y cols, F.F.F, 1982).
1 comentario:
Estamos tratando de organizar una liga infantil en nuestro departamento, aqui en Guatemala Y esta informacion que nos brindan es muy buena, Gracias
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